Hace unos días nos topamos con una venta de garage -curioso encontrar una en noviembre- y compré a precio de regalo algunas de esas chácharas que siempre ambiciono cuando visito las tiendas de antigüedades. Entre ellas, este lindo radio Panasonic, que funciona perfectamente y que quedó de maravilla en la cocina.


Hoy, por otro lado, compramos un robot de cocina que costó tres veces más. Lo necesito para hacer sopas y moler granos rejegos ya que la licuadora tronó al cabo de dos años de servicio, ¡qué se le va a hacer! No creo que, como mi radio, el robot siga funcionando dentro de 40 años pero ya se ve, las cosas no se hacen como antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario