En la calle pasaban lo mismo niños pidiendo dulces de casa en casa, que adultos disfrazados rumbo a bares y restaurantes. Aquí, el bar de tapas en donde esperamos a que fuera hora de ir al teatro Rialto para el RHPS:





Los concurrentes esperan ansios el inicio de la función...
Por fin entendí de qué se trata el famoso Rocky horror picture show. Las instrucciones que recibí fueron de lo más bizarras: Familiarizarse con la película y sus personajes, llevar arroz, pan tostado, pistolas de agua y un periódico, echar mano de una mentalidad abierta y tolerante, de preferencia asistir en lingerie.

Tras un concurso de disfraces bizarrísimo, los actores bailaron thriller y la película fetiche de los 80's comenzó a rodar mientras que en el escenario se representaba cada escena y el animador de la noche agregaba líneas a los diálogos de los personajes. Nos mojamos, bailamos, presenciamos algunos striptease voluntarios y por ahí de las 3 de la mañana salimos del teatro, seguros de haber asistido al espectáculo más extraño de nuestras vidas.
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