martes, 27 de abril de 2010


En el rincón más insospechado, un tesoro.

dos pequeñas joyas cuyo tono da el nombre a ese color impresionante,

robin's eggshell -blue

Y nosotros solamente estábamos investigando el origen de un sospechoso boquete en nuestro techo.

Los bautizamos como chuy y jiuy, y en este momento se encuentran cobijados por la luz de una lámpara en la cocina, en su nueva cama de aluminio y papel periódico.

Nada tan perfecto como la mullida paja que colectamos en dos grandes bolsas de plástico, preparada con tanto cuidado por la mamá Robin.

En una zona en la que abundan diversas especies de pequeños mamíferos y roedores, no podíamos darnos el lujo de no reparar el techo, y para no dejarlos encerrados sin remedio, decidimos atrevernos a interrumpir su delicado proceso.

¿podrán perdonarnos esa intromisión impertinente y quizás se decidan a ver pronto la luz del sol? lo esperamos...

domingo, 25 de abril de 2010

bbq en primavera

Ayer pasamos una tarde increíble en compañía de los amigos que vinieron a celebrar con nosotros la inauguración de la casa y de la temporada de fiestas y relax en el jardín. Todo el día hubo un sol glorioso, pese a que hace unos cuantos días anunciaban lluvia para el fin de semana... lo cual me parece un buen augurio para los días por venir en nuestro nuevo hogar.

Happy family

Los amigos



La decoración



el alma del evento!
Esperamos organizar muchas más de éstas..

viernes, 23 de abril de 2010

Una semana después...

No hemos hecho todavía gran cosa por el jardín, pero al parecer lo único que necesitaba era que llegara la primavera. Comprenderán mejor mi súbito interés por las plantitas de mi jardín si les recuerdo que cuatro de los últimos cinco meses fueron de mucho frío, obscuros y sin una motita de verde vida.
Tengo un árbol de lilas! Tengo un árbol de lilas! ya no tendré que merodear por las calles desiertas con unas tijeras escondidas en la bolsa...

Ya abrieron las flores amarillas, no tengo ni idea de qué tipo de flor sean, pero eso es lo de menos:


En el post de mañana, esperen más flores... es el "opening" de la casa, el festejo tardío del cumpleaños de Mario, la inauguración del BBQ y de la alberca y de paso, hasta la presentación en sociedad de Kuma!. Vamos a celebrar todo esto en compañía de nuestros conocidos y amigos, que esperamos en multitud :)

domingo, 18 de abril de 2010

Hace algunas semanas que se derritieron los últimos montones de nieve, y nos tardamos casi un día completo limpiando el jardín de los remanentes de hojas, hierba y ramas que se quedaron atrapadas antes de que llegara el invierno y todo lo cubriera con su capa blanca.
Pues bien; me cuesta casi creerlo, pero tras el crudo clima todas las plantas están hechando brotes que da gusto, y hasta hay algunas flores que están saliendo de la nada, como un regalo secreto que estuvo todo este tiempo enterrado por ahí.
No tengo ni idea de cómo será mi jardín en el verano, ni de qué plantitas van a ir apareciendo en su paisaje. Éstas son las primeras:

(Al fondo, Mario y Kuma jugando al frisbee)

lunes, 12 de abril de 2010

Los banlieusards

Mi mamá opinó que nuestro barrio parece sacado de un capítulo de Los años maravillosos. Las calles son amplias y bordeadas de árboles y las casas de una planta se alinean en estrico orden geométrico, con sus jardines al frente y atrás. Un típico barrio en la la banlieu, el término francés para los suburbios de las grandes ciudades canadienses: refugios lo suficientemente cerca de todos los servicios pero lo bastante lejos del downtown como para comprar una casa amplia por el precio de un microdepartamento en el centro.

Esta tarde pensé como nunca en lo mucho que nuestra rutina comienza a parecerse a la del banlieusard promedio: Mario pasó a recogerme a la estación del tren, fuimos al centro comercial a comprar un asador gigante para la bbq que estamos organizando para la inauguración oficial de la casa, y cuando llegamos ya nos estaba esperando el perro para su paseo en bici de la tarde.
"Esto está pareciéndose a Los Simpsons", -me dije mientras le pasaba una cerveza a Mario, que en este momento sigue armando el armatoste para asar sus hamburguesas y mi versión veggie con portobellos y salchichas de tofu.
Así que para equilibrar un poco la balanza, estoy terminando de cocinar una rica cena macrobiótica con quinoa, pimientos, espárragos, hongos y sal de mar (de las salinas de Nayarit). Ya pueden los vecinos zamparse su maccaroni & cheese frente a la tele...

Ah! y el nuevo toque de locura: para desensibilizar al testarudo de Kuma, que odia a los patinetos y tiende a querer mordernos si no lo dejamos salir corriendo tras de ellos, hoy compramos una patineta... la idea es que uno de nosotros jale a Kuma en bicicleta, el otro los alcance equilibrándose en la patineta para familiarizarlo con el ruido y el movimiento, todo esto rezando por que nuestro tratamiento funcione y que nadie acabe descalabrado en el hospital.

domingo, 4 de abril de 2010

Visita a una cabanne à sucre

Llevamos a mi mamá a una cabanne à sucre. Con el primer deshielo comienza la producción de miel de maple, y uno de los atractivos en varias regiones de québec es la temporada de las cabannes à sucre (de marzo a abril), en las que familias con tradición en este oficio abren restaurantes en medio del campo para que los visitantes degusten los platillos tradicionales elaborados con miel de maple.
Para la sorpresa de muchos, éstos incluyen:

Sopa dulce de garbanzos
Frijoles con tocino y maple
Soufflé, jamón ahumado y una especie de chicharrón conocido como "oreilles de crisse"
Compotas caseras, chutney de mango, pepinillos y betabeles en vinagre
Tartas, crepas, "budín chommeur"

Las cabañas más grandes ofrecen además un paseo en trineo, visita a las instalaciones donde sustraen y procesan la savia de maple, etcétera.

Nosotros elegimos una pequeña cabaña en medio del bosque, en donde todavía colectan la savia practicando pequeñas hendidudas en la corteza del árbol, para colgar después unos botes de aluminio (en algunos lugares ya utilizan un sistema de bombeo que hace que los árboles parezcan robocops).

sábado, 3 de abril de 2010

El fin del invierno

Para el último día de visita de mi mamá decidimos ir de paseo a Ottawa. Comimos en un restaurante de comida cajún en Byward Market, caminamos a orillas del río, subimos y bajamos la colina que alberga los edificios del parlamento, maravillados con el sorpresivo cambio de clima. Grupos de estudiantes hacían picnics en los parques apenas reverdecidos, ellas en minifalda y vestidos de playa, ellos en bermudas y frecuentemente descamisados. Y, aquí y allá, todavía podían verse bancos de nieve amontonada!
En sus primeros días de visita mi mamá se la pasó enchamarrada y con los cachetes acalambrados de frío. Ahora, mientras escribo esto, los pájaros cantan que da gusto en mi jardín.


Los primeros retoños en Ottawa