domingo, 30 de agosto de 2009

Lilas

El otoño ya comienza...

... y yo con estas fotos de la primavera que no había posteado. Cuando las lilas florecen, la ciudad queda envuelta en un sutil aroma a paraíso. En Suecia las llaman syrien, y entre las hojas de mi diario guardo aún un pequeño tallo, recuerdo de aquellos meses en Växjö.

EAT


lunes, 24 de agosto de 2009

La conferencia budista

La semana antepasada estaba esperando a que me asignaran mesa en mi restaurante vegano favorito (el cual visito obsesivamente, creo que es ahí a donde se va todo el dinero de mis quincenas), cuando vi en el pizarrón de anuncios la invitación a una conferencia budista, de título “Joyful Wisdom” (Sagesse Joyeuse). La idea me entusiasmó y este viernes acudí al auditorio en el hermoso museo de Bellas Artes de Montreal, que dicho sea de paso, es de los pocos que valen la pena por aquí, ¡ya quisiéramos contar con la cuarta parte de la oferta cultural de la ciudad de México!
El título de la conferencia aludía al libro del Yongey Mingyur Rinpoche, maestro tibetano de meditación que anda haciendo una gira por el mundo para hablar acerca de sus libros, de hecho hay uno traducido al español, de título“La alegría de la vida”. A las siete en punto hizo su entrada Rinpoche, un joven monje dinámico, sonriente y que derrocha una hermosa energía que pronto inundó la sala. El tema principal de la conferencia fueron los beneficios de la meditación, y en especial su utilidad para controlar el estrés, la ansiedad y el pánico. Fueron dos horas de puro gozo, que terminaron con dos breves ejercicios de meditación. Algunas de las cosas que dijo y que me gustaron más son:

  • Experimentar tristeza, miedo y dolor, puede ser una oportunidad para desarrollar la COMPASIÓN: comprender la tristeza, el miedo y el dolor del otro.
  • Hay dos caminos falsos para hacer frente a los sentimientos negativos: Creer en su poder y entonces volverse esclavo de ellos, o luchar en contra de ellos y entonces convertirlos en el enemigo. El tercero, que lleva a la verdadera liberación, es la observación tranquila de lo que resentimos. Sin juzgar, sin asociarles ideas ni pensamientos, sólo siendo conscientes de que están ahí.
  • La mejor meditación es la NO MEDITACIÓN. Es decir, aquella que se hace sin buscar meditar de forma consciente, sino solamente dándonos un espacio para dejar la mente en blanco, esa crazy monkey mind que siempre salta de una cosa a otra, agotándonos en el proceso.

Que la casualidad/causalidad me llevara a asistir a esa conferencia se me hizo un hermoso guiño de la vida. ¡Viva la sabiduría gozosa!

jueves, 20 de agosto de 2009

Any given morning in Montreal- the brick path

Justo en donde termina el parque tomo esta foto de la ciudad que comienza a despertarse: Típica buhardilla de las que dotan de un aire viejo y pintoresco al gettho de la universidad McGill:
Juego de luz y muro azul:

Me gusta mucho el contraste del verde del follaje contra el ladrillo rojo:

Las escaleras de emergencia se integran a la arquitectura de casi todos los edificios del área...


martes, 18 de agosto de 2009

Any given morning in Montreal- the park

En estos días de calor extremo he optado por caminar hacia mi trabajo por las mañanas, en lugar de hacer el camino inverso al salir de la oficina, cuando el sol ya está en todo su apogeo y se hace imposible estar afuera. Ayer decidí llevar mi cámara conmigo e ir tomando algunas fotografías:


sábado, 15 de agosto de 2009

Tramitología sencilla veraniega

El verano arrancó tarde y ahora que se encuentra en todo su esplendor, la reciente ola de calor me tenía ansiosa por refrescarme un poco. Aprovechando que de junio a agosto en mi oficina observamos el horario de verano -que consiste en trabajar 45 mins extras cada día para los viernes terminar a mediorìa- antes de salir busqué en internet la dirección de la piscina pública más cercana a mi casa. En la página web de mi colonia, encontré una lista con horarios, tarifas y hasta fotografías de las diferentes opciones. Me dirigí directamente al equivalente de la casa de la cultura del área en donde vivo, en donde presenté mi permiso de conducir y tres minutos después ya tenía una credencial con fotografía con la que podría acceder a la piscina por sólo 3 dólares ($5.25 para los no residentes). Rápidamente me fui a mi casa a ponerme mi bikini y veinte minutos después ya estaba flotando con la panza al aire en medio de la alberca.

jueves, 13 de agosto de 2009

Flores de verano

Un guiño de color y aroma exótico:

Visitas en el balcón

Hace un par de semanas me dirigía a la cocina cuando un ruido extraño me sobresaltó. Como la ventana da directamente a la escalera de emergencia, me acerqué con cautela temiendo un susto, pero en el primer momento no vi nada. Me quedé inmóvil y sin encender la luz e instantes despúes dos orejas puntiagudas se asomaron tímidamente y descubrí que el ladronzuelo en cuestión era un mapache como de esos que a veces se aparecen por los parques cercanos, magnífico en su mameluco de peluche y antifaz. La sorpresa me hizo pegar un grito pero mi visitante no se inmutó, antes bien se estiró sin parsimonia y, clavando sus garritas en el mosquitero de la ventana, lo sacudió sin pena mirándome fijamente a los ojos. Estuve tentada a dejarlo entrar pero antes de que me acordara de que aunque bonitos los de su especie suelen ser bravos, el mapache se alejó tranquilamente por los escalones.
Corrí a contarle a Mario lo sucedido y su respuesta fue:. "Canijo mapache, seguramente quería robarse mi pollo rostizado".
Desde que vivo por esta parte norte del planeta, mis encuentros con la naturaleza salvaje incluyen a siete zorras rojizas que vimos una tarde de invierno en el cementerio de Mont Royal, varios mapaches y marmotas, un par de ciervos magníficos en el monte cercano al centro de yoga de las Laurentides, y una mamá cierva y su bambi que estuvieron a punto de estamparse contra el auto cuado iba manejando por el área de New England. Ah! sin olvidar a las coquetas mofetas que a veces se aparecen por ahí...

domingo, 2 de agosto de 2009

Old Orchad Beach




Vintage dècor

Cuando tengo tiempo e inspiración (más seguido lo segundo que lo primero) me encanta aventurarme en las tiendas de antigüedades y los mercados de pulgas en la búsqueda de algo original para decorar mi casa.
Al placer de encontrar algo sorprendente entre un bonche de cosas inservibles se añade el de comprar barato, ecológico (por aquello de reciclar comprando cosas viejitas que suelen ser de mejor calidad que las baratijas hechas en china que contaminan y atestan los anaqueles en el dollarama) y además con el encanto de lo viejo.
Algunos ejemplos de los tesoros que he rescatado del olvido y que lucen de maravilla en mi hogar son:


Maletita voyage air Montréal de los 70's, para guardar guantes y bufandas... Tupperware vintage, jarra de manufactura danesa y contenedores de galletas, azúcar y café.
Ventilador de los 40's que por alguna razón solamente remueve el aire a menos de 1cm de distancia.


Hace una semana hice un viaje a Maine y tuve la oportunidad de visitar algunas tiendas de antigüedades en los encantadores pueblitos a la orilla de una parte del camino entre las white mountains. En lugares de nombres evocadores y maravillosos como North Conway, Bretton Woods o Bethlehem se encuentran tiendas especializadas que son como verdaderas cuevas de las maravillas en las que se atesoran todo tipo de mobiliario, piezas de arte y artículos de uso cotidiano que forman parte de la historia del país. Impresionada como una niña que vagabundea en el corazón de una fabulosa juguetería, escogí algunos recipientes de tabaco y galletas que datan de la primera mitad del siglo pasado. Estratégicamente colocadas en los lugares en los que suelo dejar cosas pequeñas sin fijarme (la mesita de noche, las repisas del librero, el estante del baño) no solamente hacen que las superficies de esos muebles se vean más organizadas, sino que además aportan un guiño extra a la decoración.